martes, 6 de julio de 2010

Cranes: Oreste Et Electre



ORESTES Y ELECTRA

> ¿Quién eres tu?

> Un desconocido.

> Bienvenido. Todo es ajeno a esta ciudad que aprecio. ¿Cuál es tu nombre?

> Mi nombre es Filebo y soy de Corinto.

> ¿Ah? ¿de Corinto? Mi nombre Electra.

> Eres hermosa. Nada que ver con la gente de aquí.

> ¿Hermosa? ¿Estás seguro de que soy hermosa? ¿Tan bella como las hijas de Corinto?

> Sí.

> No me disidencio aquí. No quieren que lo sepa. Además, es bueno para mí, yo soy una sierva.

> ¿Sierva? ¿Tu? ¿Nunca pensaste en huir?

> No tengo el valor a continuación: Me temo que, solo en las carreteras. ¡Oh, bueno! Espero algo.

> ¿Algo o alguien?

> Te diré que no. Hable en su lugar. ¿Es una ciudad hermosa, Corinto?

> Muy bonita.

> ¿Me parece que eres tonto? Eso es tan difícil para mí imaginar caminando, cantando, sonriendo. La gente aquí es consumida por el miedo. Y yo...

> ¿tu?

> Lo Odio. Y me dice esto también, porque necesita saber que porque estoy esperando a alguien: supongamos que un chico de Corinto, uno de esos tipos que se ríen de la noche con las chicas, que se encuentra en la parte posterior de un viaje, su padre asesinó a su madre en la cama del asesino y su hermana en la esclavitud, ¿es dulce, el chico de Corinto, volvió hacia atrás, haciendo una reverencia, o cogió la espada y golpeó al asesino para hacer estallar la cabeza?

> ¡Electra!

> ¡Shhh!

> ¿Qué tienes?

> Es mi madre, la reina Clitemnestra.

> Elektra, el Rey comandos se está preparando para la ceremonia. El paciente lleva puesto su vestido negro y su joyería. Eres una princesa, Electra, y la gente espera, como cada año.

> ¿Sabes lo que hacen, Filebo? Allí, encima de la ciudad, una cueva que se dice para comunicarse con el mundo subterráneo. En cada aniversario, la gente se reúne fuera de la cueva, los soldados repelen la costa de piedra que bloquea la entrada, y nuestros muertos del infierno, y la propagación de la ciudad. Están en todas partes. No quiero tomar parte en esta mascarada. Estos son sus muertos, no los mío.

> Si no va a obedecer de buena gana, el rey ordenó que le de fuerza.

> ¿Fuerza? ... ja! Voy a asistir a la fiesta y, ya que la gente quiere verme, no se sentirán decepcionados. Saludos, me preparo real.

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